Su mantenimiento es muy bajo, es una palmera resistente a la sequía y a las heladas, además de esto crece muy rápido.

El suelo podría ser una mezcla de 2/3 de tierra de jardín y 1/3 de arena para que drene bien. En caso de trasplante se realizará en primavera, con o sin cepellón. 

Para plantar o trasplantar una palmera Areca se debe realizar al principio de la primavera y a menudo cuando haya una necesidad real (cuando las raíces hayan ocupado todo el terreno disponible).

Lo importante del terreno donde se plante es el buen drenado de agua y que impida el estancamiento. 

Es recomendable mezclar el suelo con arena o arenilla, así como grava.

La plantación debe realizarse durante la primavera cuando las raíces asoman por debajo de la maceta. Un buen suelo para estas plantas sería una mezcla, a partes iguales, de mantillo de hojas, arena silícea y turba si bien pueden prosperar en suelos pobres y arenosos. 

La plantación se debe realizar a finales de invierno, el trasplante a finales de otoño, se desarrolla bien en una tierra profunda y bien drenada. Una mezcla de tierra de jardín, turba y arena silícea será la ideal para su crecimiento, que es muy lento

Esta planta al igual que los cactus genera su propio depósito de agua dentro del tronco. Con este fin el tronco se ensancha en la base, lo que aporta un aspecto escultural indiscutible. Crece con mucha lentitud pero es muy fácil de cultivar ya que tolera perfectamente los ambientes secos propios de la mayoría de las casas con calefacción central.

Para plantar, antes de poner el sustrato en el recipiente hay que poner una capa de drenaje con arcilla expandida, así se asegura el buen drenaje de agua y se evita el encharcamiento.

Esta planta es normalmente utilizada como ornamental, excelente para pequeños jardines, también se puede usar en macetones a sol o a media sobra en lugares cálidos: y en zonas frías como planta interior. El suelo ideal para plantar debe ser drenado, en tierras ligeras y ricas en materia orgánica.